Lleva a tu hijo a pasear por la naturaleza.

Subiendo y bajando colinas y sobre superficies irregulares puede ayudar a construir la fuerza y la resistencia de tu pequeño. Camine con su hijo en un parque montañoso, a lo largo de la playa o en un sendero en el bosque. Exponerlo a diferentes paisajes con una pequeña elevación ayudará a construir la fuerza óptima.